domingo, 26 de febrero de 2017

lo insulto ante la peonada

El con cuatro pilchas
un viejo recado y un caballo manco
recorría estancias buscando trabajo.
Sabia esquilar, domar, peón de patio
también alambrar.
En las noches largas junto a la peonada
tocaba la guitarra y recitaba
viejas payadas; era un hombre bueno
honesto y sencillo.
Amigo de todos, a nadie molestaba
pero un día negro, de esos que recuerdo
un patrón injusto lo insulto ante la peonada.
El salio al patio, desafió al cobarde
que cobijado por tres matones, desde adentro
hacia pata ancha.
Cansado de esperarlos a que lo enfrentaran
ensillo el caballo, lo monto despacio
y cuando les dio la espalda
sonó ese disparo a traición
que aun retumba en mi alma,
Lo vi caer despacio desde su recado
mientras mi punal cobraba justicia
con esos tres malandras
que a espalda de un hombre
se creyeron valientes.
Luego la justicia me metió entre rejas
pero, les soy honesto
me siento honrado de haber salvado un amigo
que un día mal herido lo encontró el doctor
con un tiro en la espalda.
Hoy me visita y tomamos mate.
El siempre agradece seguir viviendo y yo en mi silencio, de las noches largas
medito en la cárcel y le pido a Dios
que desaparezcan los hombres mañosos
llenos de perjuicios, escudados en la plata
se creen impunes para insultar al pobre peón rural.
Menospreciando su arte y condición social.
Néstor O Salgado

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