El Paisano y su mala suerte
Se levantó temprano como todos los días antes del amanecer sin recordar que era domingo; prendió la cocina a leña se tomó unos mates y salió al patio ensillar el zaino, luego montó despacio su caballo como queriendo detener el tiempo, salió al trancó, queriendo encender un pucho pero el viento helado de la madrugada se lo impidío, hasta que al fin, con la mano cerrada y quemándose los dedos con el encededor, lo consiguió.Cuándo bordio el Monte de la estancia apuro el caballo para comenzar el galope, que en el apuro, despues del revencazo tropezo con una cueva y se manco...Ahora sí que estoy jodido pensó para sus adentros, recordando que tampoco la tropilla tenía a mano, porque el Jacinto se la había llevado al otro puesto.
De pronto vio una sombra por delante, manoteo el bolsillo de la camisa donde solía tener los anteojos y lo hallo vacío; tenía la penosa costumbre de olvidarselos en la mesa de luz y esta vez no podría ver ni siquiera un alma en pena, o reconocer en esa sombra el toro que medio helado se había quedado detenido cerca de la tranquera, quizás esperando el sol en aquel frío amanecer pampeano.
De pronto recordó.... Qué hago yo levantado y renegando sí hoy...es domingo.
Recuerdos de un gaucho sureño
*El costumbrismo literario es una composición que retrata las costumbres populares de un país o una región
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